El sistema de salud en Colombia enfrenta uno de sus momentos más desafiantes, como lo evidencian los informes recientes de la Contraloría General de la Nación y la Superintendencia Nacional de Salud. Ambos reportes señalan una alarmante realidad: la gran mayoría de las Entidades Promotoras de Salud (EPS) no están cumpliendo con los requisitos fundamentales para operar en el país, particularmente en lo que respecta a las reservas técnicas.
Según estos informes, sólo unas pocas EPS, específicamente cinco de las 27 activas en el país, han logrado cumplir adecuadamente con la constitución de sus reservas técnicas. Esta situación plantea una grave preocupación sobre la capacidad del sistema de salud para garantizar la atención adecuada a los ciudadanos colombianos.
Las reservas técnicas son fondos destinados por las EPS para asegurar la disponibilidad de recursos financieros necesarios para la atención médica de sus afiliados. Estos fondos deben mantenerse en títulos de valor y en bancos, pero lamentablemente, la gran mayoría de las EPS han incumplido con esta obligación.
Uno de los principales factores que contribuyen a este incumplimiento es la crisis provocada por la pandemia de COVID-19. Durante los últimos dos años, el sistema de salud colombiano se ha enfrentado a una demanda sin precedentes de servicios médicos, especialmente en áreas críticas como cuidados intensivos. Esta situación ha generado un aumento significativo en los costos operativos para las EPS, dificultando aún más la constitución de las reservas técnicas requeridas.
Además, existen problemas estructurales dentro del sistema de salud que agravan la situación financiera de las EPS. Decisiones administrativas del Estado, como la autorización para utilizar las reservas en la financiación del sistema, han contribuido al desfinanciamiento y al incumplimiento de los requisitos legales.
Es crucial destacar que esta crisis no solo afecta a las EPS, sino también a los millones de ciudadanos que dependen de ellas para acceder a servicios de salud de calidad. La falta de reservas técnicas adecuadas pone en riesgo la estabilidad financiera de todo el sistema de salud, lo que podría resultar en una atención deficiente e incluso en el colapso de algunas entidades.
Ante esta situación, es imperativo que las autoridades tomen medidas urgentes para abordar la crisis financiera en el sistema de salud. Se requiere una reforma profunda y estructural que garantice la sostenibilidad financiera de las EPS y, lo que es más importante, que asegure el acceso equitativo y efectivo a la atención médica para todos los colombianos.
En última instancia, el bienestar de la población y la integridad del sistema de salud están en juego. Es responsabilidad de todos los actores involucrados, desde el gobierno hasta las EPS y la sociedad en su conjunto, trabajar juntos para superar estos desafíos y construir un sistema de salud más sólido y resiliente para el futuro.
